Volverán a este muelle
las naranjas flotantes,
cuyas cáscaras serán lamidas
por muchachos
que desconocen las perchas del rascacio.
Volverán a este muelle.
Volverán
después de que las liñas se aceiten
o los calzoncillos de pescadores orondos
se dejen acartonar
con pequeños oasis salados;
pero volverán.
volverán simplemente
porque tienen que volver,
aunque las viejas dejen de esconder pelotas,
olviden como volar
en sus giros de cogote,
o no recuerden como hacer el toque de dedos.
Cuando vuelvan
las niñas robarán pandorgas
llenas de cafeteras que reinan,
que escuchan los amoríos
antes de vomitar en puñalada,
y gritan, gritan, anunciando que
volverán a este muelle.
sábado, 24 de septiembre de 2011
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