Los caminos de las algas
que intentan introducirse
por los orificios nasales,
pero que abrazan el óxido,
se cosen a las almas apiratadas.
Narices al óleo,
ojos armónicos,
labios endecasílabos
fragmentan enfrascando los rincones.
Los trozos de espejo
que flotan sobre las crines
para intentar cuartear las pupilas,
crecen entre los suspiros de mandarinas.
Narices al óleo,
ojos armónicos,
labios endecasílabos
fragmentan enfrascando los rincones.
La espiral de escamas
que va rimando con las esquinas,
sólo tiene la intención
de buscar
unas lenguas bífidas donde amamantarse
hasta morir.
Narices al óleo,
ojos armónicos,
labios endecasílabos
fragmentan enfrascando los rincones.
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