Pelar bigotes de galletas,
y barbas de camisa,
añadir desorden en el 3, 2, 1,
o apuesta a féretro cerrado.
Mezclar con entusiasmo
y olvidarlo en un rincón oscuro.
La llamada, los porcentajes
y las alfombras,
todos se transformarán
en balcones en ruinas
pero volverán a convertirse
en mar cada febrero,
y las puertas, desconozco
quien tapió todas las puertas,
pero serán cauterizadas.
La numerología ya nos vaticinó
que vendrían todas ellas
cogiditas de la mano,
porque mis piernas
ya no eran ni siquiera
los dos trocitos de alambre
que amarré a mis muñones.
Triturar pelos de letra mayúscula,
y gafas de cuchillas,
verter luces esterilizadas
o pintura atornillada.
Mezclar con entusiasmo
y olvidarlo en un rincón oscuro.
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