¿Cementerio?
aquí no hay cementerio,
cementerio;
los muertos se van a la mal
por los huesos
insultaban,
insultaban,
insultaban,
insultaban,
aunque alguien quisiera
callarlos.
Era el instrumento hecho de costillas,
acompañado por gritos ahogados,
mientras las tripas,
se zambullían,
las vísceras
saltaban haciendo complicadas piruetas,
los pellejos
se deslizaban sobre la espuma.
¿Cementerio?
aquí no hay cementerio,
cementerio
los muertos se van a la mar
porque los huesos
flotaban,
flotaban,
flotaban,
flotaban,
aunque las señoras gritaran
a la hora de comer.
Era el instrumento hecho de costillas,
acompañado por gritos ahogados,
mientras las uñas
bailaban con escamas confusas,
los ojos
se arañaban en las rocas,
los dientes
tocaban fondo.
…y es que aquí no hay cementerio,
la mar, simplemente, se traga
lo que es suyo.
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