A
Jeroen Anthoniszoon Van Aeken
Sólo
había saludado a una monja utilizando un viejo truco de ventriloquía con mi
miembro; quedó sorprendida, intentando interiorizar la biblia.
Buscaste
una respuesta en mi interior y la libertad en forma de flor te escupió en la
cara.
Pobre
Lubber Das, sólo querías hacer reír.
Sólo
orinaste en el vino de comunión, ¿Cómo se enteró del cambio de sabor antes de
dar la misa?
Pobre
Lubber Das, sólo querías hacer reír.
Pensabas
recibir un mensaje divino con ese embudo y recibiste mi alegre grito que hizo
estremecerte ¿te parece poco?
Sigue
escarbando mi cabeza el tiempo que quieras, sólo encontrarás jardines repletos
de enchufes abonados con medias de rejilla y que comienzan a florecer.
Pobre
Lubber Das, sólo querías hacer reír.
No
se dan cuenta quien es el loco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario