¿Qué pasaría si le dieran un lápiz a un desequilibrado mental?

sábado, 23 de octubre de 2010

Arena negra.

Su piel, del color de su virgen,
moldeo con la mía, en sus poros
abro profundos huecos infinitos;
con mis manos formo surcos
como montañas que cuentan cosas de ella,
las perfecciono acariciándolas.
Me revuelco sobre ella
intentando alisarla, que vuelva al estado anterior.
Su cuello de espiga
lo adorna una cruz de musgo
que al darle el sol,
relampaguea como campanas doradas
de una iglesia sin sacerdote.
Me baño entre sus ojos cristalinos,
al darme cuenta
que mis esmaltados huesos
tienen granos de su acenizada piel.
Chapoteo su iris intentando
quedarme con su azul cielo
pero entre mis arrugadas manos se disuelve
el color cristalino.
Me hundo buceando
hasta encontrar sus labios rojos,
con su tacto afilado
que acaricia mis dedos.
No puedo evitar formar sus senos,
al salir empapado de sus lágrimas,
ni buscar en sus profundos y húmedos agujeros.
Allí, junto a ella,
notando el calor de sus poros,
me seco con el sol
y el ardiente fuego de su arena.

1 comentario:

  1. Unos versos fuertes y unas imágenes impresionantes. No sé por qué pero me encanta, será que mi sucia mente no ve una descripción de una playa precisamente xD

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